Voluntad política para acabar con el problema del agua
Expertos, dirigentes y agricultores piden consenso para facilitar la llegada de los trasvases a la provincia
Dicen que las desalinizadoras no son la solución, sino un complemento
«Agua hay. No es un problema medioambiental, ni económico, ni de infraestructuras. Es solo de voluntad política». Esta es la principal conclusión que arrojó el Foro de EL MUNDO, enmarcado en las jornadas ‘Alicante Territorio Inteligente’, como solución al déficit de recursos hídricos de la provincia de Alicante.
El foro, dirigido por Héctor Fernández, delegado del diario en Alicante, reunió a especialistas, políticos, agricultores y docentes que coincidieron en señalar los trasvases de agua desde cuencas fluviales de otros territorios de España como la principal solución a todos los problemas de suministro.
Las desaladoras son contempladas por todos los ponentes como un buen «complemento» a los trasvases, pero nunca como la «solución» ya sea por su capacidad de producción, insuficiente para la demanda existente, como por su elevado coste económico.
El foro arrancó con una ponencia magistral de Antonio Gil Olcina, Rector Honorari de la Universidad de Alicante, quien analizó el déficit hídrico de la provincia de Alicante. Olcina diseccionó las características y peculiaridades geográficas de una provincia «que se mueve en los extremos de sequía o de lluvias torrenciales».
Una de las peculiaridades de la provincia está en la comarca de la Vega Baja, bautizada como «la huerta de Europa». «Hay 2.800 horas de sol al año y una temperatura media de 16 grados. Y mil de esas horas de sol son en invierno, lo que hace que estos territorios de regadío sean altamente productivos», explicó el Rector. Olcina recordó que desde el siglo XV los habitantes del levante peninsular contemplaron los trasvases de cuencas fluviales como la fórmula ideal para solucionar sus problemas, antes incluso que los pantanos, obras que dependían de la irregular caída de la lluvia para cumplir su función y para las que pidió el reconocimiento de Monumentos Históricos Nacionales.
Olcina calificó de «políticos» los problemas que frenan el trasvase Tajo-Segura y no «de falta de agua». Recordó que España entrega a Portugal un caudal muy superior al que le correspondería pero que, sin embargo, no es capaz de hacerlo llegar a otros puntos del país, como la provincia de Alicante «por un problema político de las autonomías de diferente signo político».
El Rector Honorari detalló que la petición de aguas sobrantes del Júcar es una reivindicación que data del siglo XV, ya que se trata de un río de caudal regular. El problema es la sobreexplotación, principalmente en territorios de Castilla-La Mancha, de su cuenca a partir de 1970, disparándose las zonas de regadío en la comunidad. Insistió en que del Júcar se piden «sobrantes, no otra cosa» para el Vinalopó.
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