Un pacto social del agua. ¿Es necesario?
El próximo 5 de mayo, en la Jornada “UN PACTO SOCIAL DEL AGUA ¿ES NECESARIO?”, reconocidos expertos de muy diferentes ámbitos -servicios urbanos, empresarios agrícolas, la Universidad, las Administraciones públicas, organizaciones ecologistas, partidos políticos y medios de comunicación- debatirán sobre las respuestas que pueden darse a la pregunta planteada.
La Jornada está organizada por LA TERTULIA DEL AGUA -agrupación informal de profesionales con larga experiencia en el sector público y privado-, y cuenta con la colaboración de ADECAGUA, AEAS, la FUNDACIÓN FOMENTO Y GESTIÓN DEL AGUA, la FUNDACIÓN WE ARE WATER e iAGUA.
La pregunta sobre la necesidad de un pacto por el agua puede parecer que nace en primer término de las frecuentes apelaciones al mismo -hechas por agentes de muy variada naturaleza- como medio de resolver los problemas más importantes que plantea la gestión del agua en España. En realidad, creemos que la pregunta engloba otras dos; una primera es la de qué medidas estratégicas habrían de adoptarse para resolver dichos problemas; la segunda es la de si se requiere un pacto social -y por tanto político- para poder llevar a cabo dichas medidas.
Este planteamiento se enmarca en otras dos consideraciones. Por una parte, mucha gente piensa -LA TERTULIA DEL AGUA también- que se requieren algunos cambios sustanciales para que la gestión del agua se acomode a los objetivos generales de progreso de un país con evidentes problemas de escasez hídrica o falta de protección del recurso. Por otra, sorprende que esta importancia de la política hídrica no se encuentre reflejada ampliamente en las propuestas de nuestros partidos, ni siquiera -salvo excepciones territoriales muy concretas- en un año de tan intensa actividad electoral como el presente.
La organización de la Jornada procura crear un marco adecuado para explorar las respuestas a todas estas cuestiones. Así, en primer lugar, nos planteamos -y planteamos a los ponentes y moderadores de las tres mesas previstas, dos técnicas y una política- una serie de preguntas relativas a la sostenibilidad ambiental de la utilización del agua: los niveles de protección del recurso que deben establecerse efectivamente, las necesidades básicas que han de garantizarse en cualquier escenario, los límites a las demandas de los sectores de actividad, o las consecuentes necesidades de infraestructuras -tanto para conseguir el buen estado de las aguas como atender las demandas urbanas y sectoriales-, para todo lo cual creemos que un instrumento básico hasta ahora poco utilizado debe ser el manejo del régimen concesional de forma, a un tiempo, flexible en su regulación y rigurosa en su aplicación.
El equilibrio entre la protección del recurso y el aprovechamiento del mismo es inseparable, naturalmente, de la recuperación de costes de lo que la Directiva Marco denomina servicios del agua, que incluye en principio los costes de producción -en alta y en baja- necesarios para que el recurso llegue hasta el usuario final y para que los vertidos se reincorporen al medio natural en las condiciones adecuadas de calidad, incluidos los relativos a la protección ambiental derivados de tales procesos de producción y vertido.
Es de sobra conocido el apasionado debate que todo este asunto provoca, el cual se pondrá de manifiesto en la Jornada con toda seguridad. En este lugar sólo queremos dejar constancia de que la sostenibilidad económica de los servicios del agua es imprescindible para garantizar la calidad de los mismos -en todos los sectores urbanos y económicos y para todos los tipos de servicios en alta, baja y vertido-, y que para ello resulta a su vez imprescindible una regulación real y efectiva en nuestra legislación de aguas del principio comunitario de recuperación de costes, principio hoy sólo recogido de manera retórica en la misma. Todo ello se entiende sin perjuicio de las excepciones territoriales o sectoriales autorizadas por la propia Directiva Marco con la condición de que sean justificadas adecuadamente en la planificación, y de que, en cualquier caso, las medidas de protección social garanticen las necesidades de agua de toda la población como un derecho básico.
Hay un tercer asunto que lógicamente también nos parece fundamental, el de la gobernanza, y que asimismo provoca opiniones muy variadas que se verán reflejadas en la Jornada. Respetándolas en principio, hay sin embargo algunas cosas que nos parecen imprescindibles; por un lado debe conseguirse una armonización adecuada y estable de las competencias estatales y autonómicas, así como la sostenibilidad económica de ambas Administraciones hidráulicas que garantice un cumplimiento efectivo de sus múltiples y complejas funciones. Por otro lado, hay que promover la participación social en la gestión del agua prevista por la Directiva Marco, para que se convierta en una realidad que supere el planteamiento tradicional de participación de los usuarios. Otros asuntos -como la participación del sector privado o la conveniencia de un organismo regulador independiente- son aspectos más opinables de la gobernanza del agua, cuyo alcance y regulación también deseamos que estén presentes en el debate.
En conclusión, con esta Jornada se pretende una aproximación a una serie de cuestiones importantes para conseguir un cambio sustancial en la gestión del agua que consideramos necesario. De tales cuestiones, algunas que se han subrayado las consideramos imprescindibles para el cambio. Otras -entre ellas la propia necesidad o no de un pacto social y político para alcanzar ese cambio- creemos que son opinables, y sobre ellas ni siquiera tiene una opinión unánime LA TERTULIA DEL AGUA. Esperamos que el debate sobre todas ellas sea fructífero.
Fuente Iagua: http://www.iagua.es