Un observatorio insular analizará el efecto del cambio climático en la Isla
Este organismo es una de las medidas que quiere poner en marcha la nueva Corporación del Cabildo a través de la consejería de Desarrollo Sostenible que dirige el socialista Javier Rodríguez
Un observatorio insular analizará cómo afecta el cambio climático al ecosistema de la Isla. Este organismo es una de las medidas que la nueva Corporación tinerfeña quiere poner en marcha para articular la lucha contra este problema planteando medidas específicas para Tenerife. Así lo expone el recién estrenado consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, el socialista Javier Rodríguez, quien afirma que el objetivo es “tener un conocimiento certero de cómo puede afectar al equilibrio insular el cambio climático que se está detectando”, tanto desde el punto de vista paisajístico como de la flora y la fauna insular, así como a otros sectores como la agricultura o el turismo.
El observatorio se impulsará a través de un servicio técnico de Sostenibilidad que se creará dentro del área que gestionará Rodríguez. El consejero insular incidió en la necesidad de este nuevo organismo sea capaz de aglutinar información de los cambios y transformaciones que se están produciendo en el medioambiente insular. “Somos conscientes de que las precipitaciones no son igual que antes, el régimen es mucho más agresivo, y la suavidad de nuestro clima tampoco está garantizada por el cambio en el régimen de las corrientes de los vientos”, indica. Por eso, “tenemos que saber que nuestro territorio está en un lugar sensible y que todos estos cambios condicionan nuestro clima”, por lo que articular herramientas para vigilar estas transformaciones e idear formar de combatirlas es uno de los objetivos del nuevo gobierno insular.
Rodríguez es consciente de que el pasado 24 de julio asumió una de las áreas más ambiciosas de la nueva estructura de la Corporación insular, tras el triunfo de la censura contra el nacionalista Carlos Alonso. Un área que se ha creado emulando a las que ya se han puesto en marcha tanto en el Gobierno nacional como en el Ejecutivo regional, que han otorgado a la lucha contra el cambio climático un lugar destacado. “Esta consejería nace con la vocación no solo de tener un título que se preste para la escenificación de que tenemos la voluntad de ser una administración sostenible sino que verdaderamente pretendemos articular políticas que vayan en esa línea”, recalca.
Una consejería con la que Rodríguez todavía está tomando contacto para conocer todos los entresijos de las competencias que están incluidas en ella. Además del trabajo en favor de la concienciación y la educación ambiental, de esta consejería dependen también las competencias de aguas y de la gestión insular de residuos, dos de las áreas en las que Rodríguez tendrá que poner toda su atención.