Tenerife registra un récord histórico en la producción de agua desalada
Cada día las instalaciones públicas generan una cantidad equivalente a la de 40 piscinas olímpicas Este recurso se destina en su mayor parte a las redes urbanas, pero también al riego
Tenerife nunca había desalado tanta agua como ahora. Las seis instalaciones que dependen del Consejo Insular de Aguas producen cada día una cantidad equivalente a 40 piscinas olímpicas o, lo que es lo mismo, 100.000 metros cúbicos cada 24 horas.
En concreto, la desaladora de Santa Cruz de Tenerife produce a diario 28.800 metros cúbicos de agua desalada, que se unen a los 1.000 que genera la instalación que se ubica en Güímar. En el sur de la Isla, la de Adeje-Arona produce cada día 33.000 metros cúbicos de agua desalada, la de Adeje-Oeste 10.000, mientras que la de Fonsalía alcanzó este verano los 14.000 metros cúbicos de agua desalada diarios, después de que se aumentara su capacidad debido a la sequía, que hace peligrar los cultivos de la zona.
A las 40 piscinas olímpicas de agua desalada que producen a diario las instalaciones públicas hay que sumar la que generan la treintena de desaladoras de titularidad privada que existen en la Isla. Empresas, sobre todo destinadas al ocio o del sector turístico, que también han apostado por abrir este tipo de infraestructuras para abastecerse.
Rodríguez explica que Tenerife consume “toda el agua desalada que produce”. La mayor parte se destina a la red de abasto, mientras que 4.000 metros cúbicos de la desaladora de Fonsalía se utilizan para riego. El responsable insular indica que en un modelo sostenible toda el agua desalada debería destinarse al consumo urbano, ya que el agua para el sector primario “tendría que venir de las depuradoras”, siendo la reutilización de este recurso uno de los grandes retos que tiene la Isla.
Aunque la inversión en depuración es necesaria para no dañar el ecosistema marino, para Rodríguez “no tiene mucho sentido que gastemos tantos fondos para depurar el agua y verterla al mar”; lo ideal “sería convertir el agua regenerada en un recurso y reutilizarla para el riego”.