“Solo las grandes gestoras del agua están preparadas para la nueva Directiva”
En dos años los países de la Unión Europea deberán adaptarse a la refundada Directiva de aguas de consumo, un marco ante el que solo las grandes empresas están preparadas. Para Miquel Paraira, director de Calidad del Agua en Aigües de Barcelona, esta Directiva introduce novedades que van más allá de la calidad, como un enfoque de prevención y de concienciación
El agua se podría definir como el alimento por excelencia por ser la base de nuestra nutrición diaria y por aportarnos salud y bienestar. Cualquier irregularidad en su estado o su ausencia pueden desembocar en fatales enfermedades, como el cólera, que cada año mata a casi 150.000 personas.
Por suerte en España, el 99,5% agua que sale del grifo y que, en esencia, es de acceso universal, está testada y se considera segura para el consumo humano. Para Miquel Paraira, director de Calidad del Agua en Aigües de Barcelona, se trata, sin duda, de un fruto de los estrictos controles de calidad derivados de las regulaciones internacionales y nacionales:
“A nivel europeo, tenemos una Directiva muy exigente que requiere el control de compuestos químicos y biológicos por lo cual se garantiza que el consumo del agua a lo largo de toda la vida es totalmente seguro. En España tenemos la misma Directiva, además de las trasposiciones nacionales que añaden requerimientos adicionales que hacen que el nivel mínimo de calidad se lleve un punto más allá”, comenta Miquel Paraira.
Rodeado de pipetas, medidores y una extensa lista de material de laboratorio, Miquel detalla que ese nivel de calidad se debe en parte a la calidad de la infraestructura hídrica, desde la captación hasta el suministro, pero también a los intensos controles nacidos de la directiva europea. Directiva que, debido a las modificaciones aplicadas desde el 1998, renace ahora en una versión refundida.