Reutilización del agua: paso indispensable para el futuro hidrológico
La crisis climática y el aumento de la población disminuirán progresivamente los recursos hídricos disponibles. La reutilización del agua es el único camino para conseguir abastecer a un planeta cada vez más seco, pero esta práctica aún está muy por debajo de su importante potencial
Un recurso típico de muchos libros y películas de ciencia ficción, especialmente aquellos que se desarrollan en naves espaciales o planetas desérticos, es el ciclo eterno en el que parece moverse siempre el agua. Desde los “destiltrajes” del clásico Dune que permiten no perder apenas humedad del cuerpo y reciclan hasta la última gota de sudor hasta los complicados sistemas de filtración que Matt Damon tiene que ingeniar para sobrevivir en la inconcebible aridez de The Martian, la falta de agua fuera del planeta azul ha estimulado la imaginación de varias generaciones hasta entrar en el mundo de la ciencia a secas. De hecho, en la Estación Espacial Internacional, se ha conseguido que hasta el 95% del agua que usan los astronautas provenga de la reutilización de su orina y sudor, además de la humedad del ambiente.
Pero no hace falta viajar al espacio para darse cuenta de que el futuro del agua es, en realidad, un círculo infinito. Basta con asomarse a lo que hace un pequeño país asiático, Singapur, que tiene muy pocas fuentes de agua naturales y durante mucho tiempo ha tenido que depender principalmente de los suministros de la vecina Malasia. Por eso, con el objetivo de impulsar la autosuficiencia, el gobierno ha desarrollado un sistema avanzado para el tratamiento de aguas residuales que involucra una red de túneles y plantas de alta tecnología.
Las aguas residuales regeneradas ahora pueden satisfacer el 40% de la demanda de agua de Singapur, una cifra que se espera que aumente al 55% para 2060, según la agencia hídrica del país. Y aunque la mayoría de esta agua se utiliza para fines industriales, una parte se agrega al suministro de los embalses de esta ciudad-estado de 5,7 millones de personas y llega directamente al grifo de todos los hogares. De esta manera, se crea un círculo que permite aprovechar al máximo los recursos hídricos, al mismo tiempo que se reduce la contaminación marítima, ya que apenas se vierte al mar.