Poca inversión y escasa voluntad política, los históricos diques que frenan el ciclo integral del agua en Tenerife
Para construir las obras necesarias en la Isla harían falta 1.000 millones de euros, 500 solo para alcantarillado
El ciclo integral del agua en Tenerife, que comprende la captación, la distribución, el abastecimiento y la reutilización, no se ha desarrollado porque “no se ha invertido y no se han priorizado este tipo de infraestructuras públicas” explica el consejero de Aguas del Cabildo insular, Javier Rodríguez.
Para que la Isla pueda contar con una adecuada red de saneamiento y depuración de aguas son necesarios 1.000 millones de euros de inversión, 500 de los cuales solo para la red de alcantarillado, pues en los 31 municipios de Tenerife, sobre todo al norte y al sur, existen deficiencias que provocan que las aguas residuales se pierdan en el subsuelo, generando contaminación con nitratos en el acuífero subterráneo, según el Plan Hidrológico de segundo ciclo de la isla, elaborado justo a tiempo para impedir una sanción de la Unión Europea por carecer de dicho documento.
“Hay municipios que tienen una red de alcantarillado amplia y otros que tienen realmente poco, pero hay carencias en todas y la realidad es que el mapa de distribución no es el adecuado, es un problema cronificado en Tenerife”, reconoce Rodriguez.
En una de sus conclusiones, el documento expone que la expansión urbanística ha puesto en evidencia la fragilidad de las infraestructuras para atender la demanda actual y puntual, con sistemas de conducciones generales deficitarios debido a la antigüedad y al precario estado de conservación en el que se encuentran. Además, las principales depuradoras tienen dificultades en sus procesos de tratamiento, debido al alto contenido de carga contaminante y salinidad de las aguas residuales y al mal estado de las infraestructuras, algo que ha provocado sanciones de la Unión Europea por vertidos en Güimar o La Laguna.