Montero admite que ajustará su impuestazo a banca y energéticas a lo que apruebe Europa pero evita aclarar de qué forma
Economía
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La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha admitido este jueves que el impuesto extraordinario a las compañías energéticas y a la banca diseñado por el Gobierno, que inicio el pasado martes su tramitación parlamentaria, tendrá que ajustarse a la ‘contribución solidaria’ planteada ayer miércoles desde Bruselas, lo que podría introducir cambios sustanciales en la figura.
Montero, en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press, ha eludido sin embargo especificar si esa adaptación implicará aplicar el gravamen solo sobre los beneficios extraordinarios de determinadas empresas energéticas, como plantea Bruselas y apoya el principal partido de la oposición, el PP, o por el contrario continuará exigiéndose a todas las empresas energéticas y también a la banca como era la idea inicial de PSOE y Unidas Podemos.
Como avanza este jueves ABC, el diseño de la ‘contribución solidaria europea’ ideada por los técnicos de la Comisión coloca el gravamen extraordinario sobre la banca y las energéticas impulsado por el Gobierno en una especie de callejón sin salida, ya que ni se aplica sobre las mismas empresas, ni grava los mismos recursos, ni plantea el mismo horizonte temporal. Bruselas se ha cuidado de advertir a los Estados miembros de la UE de que todas las figuras ya en vigor y las que estén en tramitación, como la española, deberán adaptarse a los objetivos y planteamiento de esa ‘contribución solidaria’.
Un impuesto completamente distinto
La aplicación estricta de la figura diseñada en Bruselas implicaría cambios sustanciales en el gravamen del Gobierno, que por otra parte ya ha sido puesto en solfa no sólo por expertos fiscalistas sino desde el propio Congreso por su «inconsistencia jurídica» o por su «débil arquitectura legal», según las críticas realizadas el pasado martes por los grupos parlamentarios.