Los grandes embalses para el almacenamiento de aguas (III)
Demarcación de Santa Cruz de Tenerife del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
En los dos artículos publicados con anterioridad nos remontábamos a la década de los años setenta del siglo anterior en la que se produjeron algunos fracasos en la
construcción de embalses en la isla de Tenerife –Los Campitos fue el de mayor relevancia– y el intento de la primera Corporación Insular democrática que tomó posesión en 1979 por dotar a la isla de unas necesarias infraestructuras para el almacenamiento de agua.
Si bien el “Estudio de Viabilidad (1980)” redactado a los efectos de llevar a cabo el “Plan de Balsas del Norte de Tenerife” definió debidamente la capacidad de regulación de cada una de las 5 zonas o comarcas de aquella franja de la isla, lo que tocó después fue localizar y situar los emplazamientos de los embalses en el territorio.
La carencia en aquellos momentos de una específica Instrucción oficial que, con el carácter de marco normativo, pudiera señalar las pautas a definir para llevar a cabo esta clase de obras hidráulicas así como la insuficiente documentación técnica relativa a las mismas propiciaron –o mejor exigieron– a aquellos técnicos un proceso autodidacta donde prevalecía el sentido común.