Los 5 beneficios del riego inteligente aplicado a la agricultura
En la actualidad, el crecimiento de la población y el aumento de la superficie de agricultura de regadío implica que existe una mayor necesidad de agua y energía, en un momento en el que el calentamiento global y el aumento de gases de efecto invernadero son un verdadero problema medioambiental.
En este contexto, los beneficios del riego inteligente, entendido como el ajuste de la cantidad de agua necesaria en un cultivo para evitar su desperdicio, se convierten en aliados para optimizar el uso de este escaso recurso.
Si analizamos detenidamente las actividades humanas que precisan agua, el riego es la que más consume de todas ellas; concretamente la agricultura de regadío utiliza un 70% de las extracciones de este recurso a nivel global y un 90% del consumo, según la FAO.
Según el Banco Mundial, más de 330 millones de hectáreas cuentan con instalaciones de riego, y la agricultura de regadío representa el 20% del total de la superficie cultivada y aporta el 40% de la producción total de alimentos en todo el mundo. Como consecuencia, el agua para fines agrícolas tiene un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial.
Todo ello explica el por qué mejorar la gestión del agua en la agricultura y aumentar la eficiencia en su consumo sean objetivos clave para gobiernos e instituciones de todo el mundo.
El riego inteligente: el papel de la tecnología para mejorar la gestión del riego agrícola
Con el objetivo de mejorar la sostenibilidad medioambiental, es necesario reducir los costes de explotación, ofrecer un servicio de mayor calidad a los usuarios y conseguir regadíos más sostenibles.
Fuente www.idrica.com