Las pérdidas de agua cuestan a la Isla 98 millones en cinco años
El 27 % del agua potable que circula por las redes de distribución de Gran Canaria se pierde antes de llegar a los hogares o nunca se llega a facturar, un problema que le ha costado a los principales ayuntamientos de la isla 97,83 millones de euros solo entre los años 2008 y 2011.
El Tribunal de Cuentas (TC) ha publicado hoy el resultado del informe de fiscalización de los servicios de producción y distribución de agua potable en Gran Canaria que le había solicitado la comisión mixta Congreso-Senado, que pone de manifiesto algunas irregularidades en determinadas obras, pero, sobre todo, un problema común a los nueve ayuntamientos examinados: las pérdidas de agua.
El TC estima esas pérdidas a partir de la diferencia entre el agua que ha producido o adquirido cada ayuntamiento y la que realmente ha facturado a los clientes al cabo del año, un método cuyos resultados no coinciden con los datos aportados por los municipios respecto al agua que se escapa de sus redes.
Sin embargo, su red de abastecimiento, administrada por una empresa mixta, Emalsa, es una de las más eficientes de todas las examinadas por el TC, ya que perdió casi la mitad de agua que el resto de los grandes municipios de la isla, el 16,67 por ciento.
Algo parecido les ocurrió a los otros dos municipios más poblados de Gran Canaria, Telde y San Bartolomé de Tirajana, a cuyos ayuntamientos las pérdidas de agua les costaron en esos cinco años 11,24 y 25,50 millones de euros, aunque sus porcentajes de agua no facturada están por debajo de la media (21,19 % y 19,13 %).
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