Las lágrimas del campo de Lanzarote
Los agricultores, hartos de cortes de agua y promesas incumplida, lanzan un grito desesperado por la supervivencia del sector primario insular
No es la primera vez, ni la segunda, que el sector agrícola de Lanzarote levanta la voz para hacerse oír. Trabajar en el campo en Lanzarote no es lo mismo que en otros lugares: aquí el trabajo es manual, físico, sacrificado y muy duro y los profesionales agrícolas necesitan ayuda, no promesas. Fruto de su trabajo, la isla presume de un paisaje único y espectacular, pero lo cierto es que a ellos se les acumulan los problemas.
Entre las muchas necesidades que tienen hay una que, por ser la más básica, destaca por encima de los demás: el campo lanzaroteño necesita agua y lleva meses, por no decir más de un año, sufriendo cortes intermitentes en el suministro de agua de riego para sus plantaciones. “Así no se puede trabajar, ni sacar adelante un sector estratégico y tan relevante como es el de la agricultura”, señalan los profesionales agrarios.