La sequía hace agonizar la viña y compromete la próxima cosecha
La escasa pluviometría pone en jaque a las parras, que demandan entre 150 y 200 litros en plena fase de crecimiento para garantizar la producción. El sector echa de menos ayudas al riego
La pertinaz sequía que está viviendo la isla en lo que va de año está dejando al campo sin cultivos de ningún tipo y el único subsector agrícola que a día de hoy cuenta con algo de vitalidad, como es la viña, se está viendo seriamente amenazado para la próxima campaña.
La escasa pluviometría en los apenas dos meses que se llevan de año, tan solo ha dejado entre 15 y 20 litros por metro cuadrado de media, lo que apenas ha dado para calar y según los expertos, o de aquí a finales de marzo caen entre 150 y 200 litros por metro cuadrado de media (lo mínimo que requiere la planta para producir, aunque lo ideal son entre 250 y 300 litros) o la cosecha se verá seriamente dañada, y no solo eso, sino que las parras más jóvenes acabarán secándose.
El efecto de la sequía que se padece este año se une la vivida a largo de 2019 donde apenas se contabilizaron 52,3 litros por metro cuadrado (un tercio menos que en 2018), siendo el tercer año más seco de todo lo que va de siglo, puesto que solamente se dieron menos precipitaciones en 2017 y en 2001. Esta escasez de agua todavía no se está haciendo visible en las plantas, pero si en quince días no cae el agua necesaria para alimentar a la planta para que brote, la cosecha se echará a perder. Este es el pronóstico que hacen todas las fuentes del sector consultadas.