La emergencia del volcán impone dos desaladoras para regar las plataneras en la isla canaria con más agua
Para el ingeniero José Luis Peraza es ”la peor solución”: ”Quieren montarlas desde hace años y ahora han encontrado la oportunidad para hacerlo. La Palma es la isla con más recursos hídricos. Los tienen, saben dónde están, pero no los quieren sacar”
De camino a Puerto Naos una imagen se repite: decenas de hectáreas de plataneras aplastadas por la ceniza. El 19 de septiembre, los vecinos de esta zona turística de La Palma fueron evacuados por la erupción del volcán, ante el riesgo de que la lava sepultara las carreteras y quedaran incomunicados. Trece días más tarde, la colada principal rompió una red de riego, y el suroeste de la isla se quedó sin agua para mantener su producción. Así, los agricultores se vieron obligados a abandonar temporalmente sus terrenos. Desde hace unos días, el suelo de Puerto Naos acoge dos desaladoras. Estas instalaciones pretenden, de forma temporal, generar agua suficiente para que los más de 600 trabajadores del campo afectados puedan mantener sus cultivos durante la emergencia.
El consejero insular de aguas del Cabildo de La Palma, Carlos Cabrera, asegura que la intención es “devolver la esperanza al sector del plátano”. Hasta el momento se han generado 6.000 metros cúbicos de agua. Este límite obligará a las administraciones a determinar de qué cantidad de agua puede disponer cada agricultor por cada celemín, unidad de medida que se utiliza en la agricultura para medir la superficie de los terrenos.
Este cálculo será trasladado a los agricultores el próximo viernes, y los vecinos podrán ir a regar por turnos y en horarios determinados marcados por las autoridades. “Vamos a hacer un control exhaustivo”, aseguró Cabrera. El consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, ha insistido en que el agua “no es para producir, sino para mantener”. En otros casos, algunos trabajadores han podido seguir regando al disponer de estanques o depósitos propios.