“La crispación con el agua en La Palma puede llevar a un colapso del sistema”
José Luis Perestelo, que durante 13 años fue presidente del Consejo Insular de Aguas, considera “fundamental” reutilizar el agua de la depuradora comarcal de Los Llanos e impulsar la energía hidroeléctrica
José Luis Perestelo, un gran conocedor de la hidrología de La Palma que presidió durante 13 años (de 1996 a 2009) el Consejo Insular de Aguas, en declaraciones a este digital ha mostrado su preocupación por “la crispación que se ha generado en La Palma en torno al debate del agua”. “Esta situación de enfrentamiento puede producir un colapso del sistema y entonces sí se convierte en un problema”, ha señalado. “Me preocupa más la crispación que la falta de agua”, ha admitido. “Se ha generado un ambiente de crispación y enfrentamiento que cambia completamente lo que siempre fue la cultura del Consejo Insular de Aguas, basada en un claro entendimiento entre los titulares de los aprovechamientos, los usuarios y el Consejo”, ha subrayado. “En mi etapa como presidente siempre procuré ese consenso, ese diálogo que permitió que en aquel momento funcionara la solidaridad, y ahora sé que funciona, pero realmente lo que se percibe en el ambiente es un estado de crispación y de enfrentamiento, que no conduce a nada bueno”, ha insistido.
Perestelo teme que “esa crispación nos lleve a una situación límite, que será más por nuestra incapacidad de poner las soluciones, porque están ahí y se pueden activar”. “Como ejemplo de esa colaboración, puedo recordar que hasta el 2009 había momentos en los que en el Valle de Aridane no era necesario elevar algunos pozos y, sin embargo, conscientes de que los titulares estaban haciendo un esfuerzo de mantenimiento porque no había necesidad de elevar, siempre procurábamos durante el año producir algunas elevaciones, aunque fueran totalmente innecesarias, para compensar esos costes de mantenimiento que tenían esas instalaciones”, subraya.
“No entiendo por qué en la parte Este, en estos últimos años, pozos como El Carmen, El Roque o Amargavinos dejaron de explotarse y se cerraron completamente sin ni siquiera tener la sensibilidad que habíamos tenido los años anteriores con los pozos del Valle para mantenerlos, de manera que cuando fuera necesario se activaran de inmediato; este abandono provocó robos en las instalaciones, pérdidas de las infraestructuras y ahora lleva un coste mucho mayor su recuperación”, remarca. “Creo que es una buena política que se recuperen esos pozos porque posibilitará tener el agua necesaria en cada momento”, añade.