La agricultura, el turismo y la energía compiten por el agua
Acabamos de salir de uno de los años más cálidos de nuestra historia, según la Organización Mundial de Meteorología (OMM) de Naciones Unidas. La OMM estima que la temperatura media global en superficie en 2015 ha sido la más cálida de la que se tiene constancia -un grado Celsius por encima de los niveles preindustriales-, lo que se atribuye a la combinación de un intenso episodio de El Niño con el calentamiento del planeta provocado por la actividad humana. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agua y Medio Ambiente
La organización estima que de los años 2011 a 2015 ha sido el quinquenio más cálido del que se tienen datos, con numerosos episodios meteorológicos extremos, especialmente olas de calor, por influencia del cambio climático.
En España, bien la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología para este trimestre aleja el fantasma de la sequía -a pesar de que, eso sí, se prevén precipitaciones inferiores a las normales en el cuadrante sureste peninsular y Baleares-, los expertos de todos los ámbitos advierten de las consecuencias que esta tendencia de las subidas de temperaturas a medio plazo va a tener, casi con total seguridad, en la actividad económica de toda Europa.
Condiciones meteorológocas extremas
La Agencia Europea de Medio Ambiente (Aema) sostiene en sus informes anuales que esta tendencia de “condiciones meteorológicas extremas, cada vez más frecuentes y económicamente gravosas” afectan especialmente a la Península Ibérica y Rusia occidental.
“Algunos estudios señalan que, entre 1987 y 2011, hubo en Europa una media de 9.000 millones de pérdidas anuales por los daños por inundaciones. Prácticamente el 70% de la siniestralidad viene por cuestiones de inundaciones. Los seguros agrarios se verán más afectados”, asegura Lara Esther Lázaro Touza, profesora de Teoría Económica del Instituto Cardenal Cisneros e Investigadora del Real Instituto Elcano.
El proyecto Peseta II (Projection of Economic impacts of climate change in Sectors of the European Union) de la Comisión Europea estima que, para el Sur de Europa, a finales de siglo, las pérdidas económicas imputables a los efectos del cambio climático aumentarán un 160% respecto a las pérdidas cifradas hasta ahora. En un escenario de aumento de la temperatura de 3,5 grados, las pérdidas anuales -sólo por inundaciones- superarían los 1.300 millones. Este proyecto señala que los sectores más afectados serían salud, energía y agricultura, pero también el turismo. Concretamente, este mismo proyecto prevé una reducción del 20% de la producción agrícola en la región más meridional del continente, lo que incluye a España.
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