Inteligencia artificial y nanopartículas para descontaminar el agua dulce
Casi 2 millones de personas mueren cada año en el mundo por falta de agua potable y se calcula que en 15 años la mitad de la población vivirá en áreas donde el recurso no está garantizado para todos. La limpieza de aguas contaminadas puede ayudar a mejorar este panorama y Vigo lidera un equipo gallego de investigación que busca nuevas tecnologías que contribuyan a la sostenibilidad del planeta y además tiren del sector industrial de nuestra comunidad.
La red Bioagua echó a andar hace menos de un año y está formada por trece grupos de las tres universidades. De carácter multidisciplinar, aúna a biólogos, oceanógrafos, ingenieros y físicos y aspira a integrar también a expertos de centros de investigación gallegos, institutos tecnológicos y plataformas empresariales relacionadas con los recursos ambientales.
Jesús Torres, profesor del departamento de Física Aplicada de la Universidad de Vigo, coordina esta iniciativa que se adapta a la Estrategia de Lisboa potenciando la investigación y el desarrollo tecnológico en el ámbito de la sostenibilidad.
“La red estimula el espíritu innovador y fomenta el conocimiento multidisciplinar en el campo de la biorremediación de recursos hídricos degradados mediante nuevas tecnologías relacionadas con la microbiología, los biosensores o los algoritmos basados en inteligencia artificaial, así como con metodologías propias de otras áreas como la inmunología”, explica Torres, que también hace énfasis en la “integración” de los avances científicos en el ámbito empresarial.
Los sectores relacionados con la ecología, biocombustibles, medicina o alimentación pueden beneficiarse de esta cooperación con la red Bioagua.
A lo largo de septiembre y octubre, la iniciativa organiza varios seminarios y talleres como el impartido estos días por el grupo vigués de Inmunología que dirige África González: “El objetivo es evaluar los efectos de contaminantes como los pesticidas en aguas continentales utilizando microalgas como bioindicador”. Mediante técnicas de citometría de flujo se hace el recuento de células en muestras de la especie Chlorella vulgaris, se evalúa su viabilidad y se hace un seguimiento del ciclo de crecimiento y división de un cultivo para determinar la calidad de las aguas.
Fuente: http://www.farodevigo.es/