Ghana: vivir sin agua
Seis kilómetros es la distancia media que muchos niños y niñas tienen que recorrer cada día para ir a por agua limpia en muchas partes del mundo. Cuando llegan, el agua ni siquiera es potable, está sucia y es peligrosa para su salud
Seis kilómetros es la distancia media que muchos niños y niñas tienen que recorrer cada día para ir a por agua limpia en muchas partes del mundo. A menudo, el recorrido es peligroso y los niños faltan al colegio porque están exhaustos. Cuando llegan, el agua ni siquiera es potable, está sucia y es peligrosa para su salud.
La buena noticia es que la crisis del agua se puede solucionar. Tomando como referencia que en 1990, sólo el 76% del mundo tenía acceso a agua potable mejorada, actualmente, este número es casi del 91% y sigue creciendo. Sin embargo no podemos quedarnos parados, hoy en día casi 1.000 niños menores de 5 años todavía mueren todos los días a causa de la diarrea causada por el agua contaminada, el saneamiento deficiente y la higiene inadecuada.
Ghana es uno de los países más afectados por la falta de agua y los niños/as que viven en sus comunidades necesitan ayuda para solucionar esta crisis. El agua, ese bien tan preciado que no siempre sabemos valorar en nuestro día a día, es en Ghana uno de los grandes motivos de la mortalidad infantil. El distrito de Zabzugu es el más pobre de la región norte, con especiales carencias en educación, salud, agua y saneamiento, infraestructuras y desarrollo socioeconómico.
Aquí solo el 38,3% de la población tiene acceso a agua potable. El resto dependen de fuentes superficiales como el río Oti (el principal que cruza el distrito) o de arroyos (muchos de los cuales carecen de agua en la estación seca). De estas aguas también beben los animales y se usa para el baño o para lavar la ropa, lo que, obviamente, es fuente de contaminación. Sólo el 15,2% de la población dispone de letrinas adecuadas. Las carencias de agua y de adecuados sistemas de saneamiento hacen que la enfermedades diarreicas y la malaria sean las principales causas de mortalidad infantil.
Leer más: La Razón