Fuerteventura logra la cuadratura del círculo con la gestión integral del agua
La isla canaria de Fuerteventura es un desierto rodeado de agua… salada. Altas temperaturas, vientos constantes, estériles tierras salinizadas, sin ríos de agua dulce y con un régimen de lluvias tan escaso como irregular (apenas cien litros al año) hacen muy difícil la vida.
Precisamente por esta escasez, la supervivencia de sus habitantes ha estado siempre ligada al agua. A la falta de agua para ser más precisos, la lógica de un terreno extremadamente árido en mitad del Atlántico y a escasamente 100 kilómetros de distancia de las costas del Sáhara, el desierto más terrible del Planeta.
Esta penuria ha caracterizado con dureza extrema la forma de vida de sus moradores. Histórica y prehistóricamente, pues ya los primitivos aborígenes de la isla (los majos, de ahí el gentilicio actual de majoreros) desarrollaron los primeros sistemas hídricos para garantizarse el uso eficiente de este sustento vital.
Dividían el espacio de acuerdo con la existencia de manantiales, instalaban sus chozas y ganados junto a las fuentes, mataban y morían por su control. La presencia de agua distribuyó a la población. Su dominio determinó las estructuras sociales de poder. Su aprovechamiento alumbró originales sistemas de gestión hidráulica, seleccionó cultivos, diseñó economías, modeló el paisaje. Su parquedad mataba. Las sequías periódicas, losaños ruines como los llaman aquí, marcaban el calendario de emigración, hambre y muerte. Así durante 2.000 años. Así hasta que en una fecha tan reciente como 1970 llegó la desalación.
El milagro, el sueño de beber agua del mar de forma fácil y sencilla, empezó a ser tecnológicamente posible muy tarde. A mediados del siglo XX. Fue la gran revolución. Agua abundante y para todos. Tanta que obligó a desarrollar los primeros sistemas de depuración de aguas residuales, hasta entonces innecesarios en un territorio donde nunca había sobrado. Suficiente incluso para permitir en la actualidad lo más impensable. Cerrar en espiral el ciclo del agua y reaprovechar agrícolamente mucha de esa agua sobrante por sucia.
Este reportaje trata de explicar el milagro de una gestión integral y ejemplar del agua. Un modelo único con vocación de ser copiado en todo el mundo para beneficio de la Humanidad.
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