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Estos 9 niños investigadores han inventado la mejor solución para ahorrar agua

Vivimos en una crisis del agua. A principios de este año, se pronosticó que Ciudad del Cabo se quedaría sin agua en tres meses y los grifos dejarían de abastecer a la población. Con conciencia ciudadana y la aplicación de restricciones y otras medidas, se consiguió frenar la catástrofe, pero la sombra de la escasez de agua planea sobre la capital sudafricana. Y también sobre el resto de países con el proceso de desertización mundial.

Motivados por este futuro aciago, el equipo FSINGENIUM Team, formado por jóvenes de entre 9 y 16 años que llevan desde 2015 presentando sus inventos a concurso, pensó en desarrollar una solución para optimizar el consumo de agua en su uso agrícola. De su esfuerzo nació la hidrobola (oficilamente, Hydroball), que recientemente ha ganado el Global Innovation Award en San José (California) con un valor de 200 mil dólares, siendo el primer equipo de fuera de Estados Unidos que lo consigue.

FSINGENIUM TEAM/LaSexta

FSINGENIUM TEAM/LaSexta

En un momento en el que las nuevas formas de cultivo están despegando, desde los hidropónicos al vertical farming pasando por la mejora de la irrigación por goteo, FSINGENIUM ha propuesto una bola que se entierra junto a la planta y que consta de dos tipos de sensores, uno para medir la cantidad de agua y otro para la presión: dos barras de latón que miden la humedad del terreno y dos tornillos que miden la tensión con la que el terreno retiene el agua, una información que se transmite al teléfono móvil. “El objetivo es que nos diga cuánta agua hay en el terreno y cuánta agua le llega a la planta, para saber exactamente con cuánta agua tenemos que regar”, tal y como cuenta Adriana Prado, de 13 años, para Noticias de Navarra.

El certamen, en el que han participado unos 32 mil equipos de 90 países, les instaba a pensar qué problemática detectaban en el ciclo humano del agua, a desarrollar una solución innovadora y a explicar cómo podría implementarse, para lo que tenían que aportar estudios de mercado y datos como la inversión o los costes de producción. Su apuesta por la optimización de recursos hídricos en los cultivos no es baladí: actualmente, el sector agrícola consume un tercio de las reservas de agua en Europa, según la Agencia Europea de Medio Ambiente .