Errores en la gobernanza del agua
Al hilo de mi último post (Carta Abierta a los Agroingenieros por el Mar Menor) voy a insistir sobre uno de los mayores errores que se cometen en la gobernanza del agua por parte de las administraciones públicas españolas: Creer que las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) son meras obras civiles.
Las EDAR son fábricas, o como dicen los modernos biofactorías. Y su gestión como mera obra pública lleva a los siguientes desastres:
- Se contratan los proyectos de EDAR por unos precios tan irrisorios que dan lugar a que:
- a. Los habitantes equivalentes (e-h) sean menores que los habitantes de hecho
- b. Las dotaciones no tienen en cuenta el agua facturada y se calculan con los e-h en vez de con los habitantes de hecho
- c. No se realizan los trabajos geotécnicos suficientes para conocer el terreno.
- Cuando se diseñan, no se tiene en cuenta la fiabilidad, flexibilidad y funcionalidad necesarias para una fábrica donde la materia prima no se puede seleccionar.
- Cuando se licita, el mal ya está hecho, dado que el proyecto es muy deficiente y no se permiten variantes. Se adjudica a unos costes inferiores a los del proyecto y lo único que se valora son los planes de obra (que nunca se cumplen), el curriculum de unos profesionales que a saber dónde estarán cuando se inicie la obra y el control de calidad. Se ignoran los costes de operación y mantenimiento (O&M).
UNA PUBLICACION DE: Jorge Chamorro