El plan español contemplará medidas directas de ahorro energético, continuación de las ya aplicadas desde hace semanas -del apagado de escaparates a los topes en los termostatos- y que están en el centro de la pugna política, pero también se incluirán otros aspectos que el Ejecutivo considera clave como la aceleración del despliegue de las energías renovables y la transformación de la industria para que abandone el gas y consuma menos energía.
El Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera, pretende incluir en su plan energético un paquete millonario de ayudas para las compañías industriales para impulsar la eficiencia energética, para sustituir el uso del gas en su actividad por renovables y para disparar el uso de autoconsumo en sus plantas.