El Cabildo de Gran Canaria ultima un plan para llevar agua al Patrimonio Mundial
La institución facilitará la recuperación agrícola en las 18.000 hectáreas protegidas por la Unesco. El centro de gestión de Risco Caído se ubicará en Tejeda y estará operativo en semanas
La Unesco, cuando declaró Patrimonio Mundial el yacimiento de Risco Caído y el resto de montañas sagradas de los prehispánicos, le hizo al Cabildo cuatro recomendaciones y, entre ellas figuraba «solucionar el problema del agua» en las 18.000 hectáreas entran dentro del perímetro que mereció esa protección. El presidente de la institución insular, Antonio Morales, anunció este miércoles a los integrantes de la comisión de seguimiento de Risco Caído, que celebró su sesión número 33, la primera en Tejeda, que el Consejo Insular de Aguas ultima la redacción de un plan hidrológico que garantizará agua de sobra para las medianías y Cumbre de Gran Canaria.
Explicó que la esencia del plan pasa por lograr que el agua que nace en los paisajes del centro de la isla, y que históricamente ha sido canalizada hasta la zona de costa para abastecimiento urbano y cultivos intensivos, se quede donde se genera. Ese documento, que aún no está cuantificado, «fija una propuesta de generación de infraestructuras y de depósitos de almacenamiento» y diseña una hoja de ruta para intercambiar agua con los productores. «La idea es que ellos dejen el agua en medianías y Cumbre y nosotros les facilitemos agua tratada para sus necesidades en la costa».
Anunció Morales que ya se están formalizando los primeros acuerdos con heredades y dueños de agua, y sobre las inversiones avanzó que tampoco serán muy cuantiosas. «Alguna red que hay que poner a punto, y poco más». En todo caso, subrayó, a día de hoy «cualquiera que quiera cultivar» dentro del espacio del Patrimonio Mundial «tiene agua a su disposición», por lo que aclaró que el plan en ciernes busca garantizar almacenamiento «en caso de uso masivo del territorio».