El Archipiélago se encamina hacia la quinta gran sequía del siglo
Los modelos meteorológicos prevén un déficit de lluvias en las Islas durante los próximos dos años
Canarias se está encaminando hacia su quinta gran sequía del siglo. Las variaciones hídricas en las Islas son comunes, pero en los últimos 25 años los periodos secos han sido mucho más severos. Esta singularidad, además, coincide con la tendencia a la disminución de precipitaciones en la región como consecuencia del cambio climático, aunque aún los investigadores muestren cautela a la hora de vincularlo directamente con el calentamiento global. Según los modelos predictivos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el balance hídrico en las islas para los próximos dos años es negativo en todas las estaciones. No obstante, y más allá de las repercusiones a largo plazo en el clima isleño, esta falta de agua ya empieza a mostrar consecuencias en las actividades productivas ligadas al campo.
Así lo afirma el geógrafo de la Cátedra de Reducción de Riesgos de Desastres y Ciudades Resilientes de la Universidad de La Laguna (ULL), Pedro Dorta, que insiste en que “la lluvia no es tan fácil de modelizar como la temperatura” y menos en lugares como en Canarias, donde “tenemos una importante irregularidad en la lluvia”. Lo que está claro, en todo caso, es que el Archipiélago lleva una larga temporada registrando un balance hídrico negativo y, a no ser que llueva antes de marzo (algo que parece poco probable), hay muchas posibilidades de que este invierno se sitúe como “uno de los más secos de los últimos años”. Si el invierno es seco, que es cuando hay más probabilidades de lluvia -un 50,6% para ser exactos-, es esperable que el resto del año sea igual de seco.
Según Victor Quintero, director del Centro Meteorológico de Santa Cruz de Tenerife, es difícil señalar la relación de esta falta de precipitación con el calentamiento global “porque son proyecciones más arbitrarias y puede ser que se cumplan o no”. Pero, en todo caso, lo que está claro es que “es un punto de partida” que indica que la tendencia parece “asentarse”.
En Canarias la temporada más lluviosa se concentran entre octubre y marzo. Concretamente, en este semestre se recoge el 87,3% de la lluvia que cae a lo largo del año. Por eso, “lógicamente cuantos más días pasen sin llover, a medida que nos acerquemos a marzo, menos probabilidades habrá de arreglar la situación”, concluye Dorta. Esa condición, unida a que los veranos en Canarias están caracterizados por mostrar una acusada sequía por el tipo de régimen puvliométrico de las Islas (mediterráneo), está empujando al Archipiélago a sufrir una nueva sequía que, por otro lado, no es un fenómeno tan insólito en las Islas.