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El agua regenerada, una alternativa a más de 6 años de sequía en Tenerife

El Cabildo desbloquea 170 millones de euros estatales para infraestructuras de saneamiento y depuración, aunque harán falta más acciones para garantizar el suministro en las medianías

La isla de Tenerife arrastra una sequía que se ha venido prolongando durante más de seis años y que ha tenido sus peores consecuencias en los cultivos de papas, viñas y cereales. Las previsiones científicas señalan que cada vez lloverá menos, un descenso del 16% hasta final del siglo, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Esta situación, consecuencia de veranos más largos y calurosos en las Islas, “preocupa” y “mucho” al consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla. La alternativa a la escasez de lluvia pasa, según el consejero, por conseguir que a corto y medio plazo, el agua de regadío de la Isla sea mayoritariamente regenerada.

Si bien a principios de esta semana se aprobó la inversión estatal de 170 millones para obras de saneamiento y depuración en la Isla, algo que según Parrilla será una “garantía” para restituir el agua del territorio, conseguir otras infraestructuras necesarias no será algo “automático”, advierte el consejero.

El principal reto en Tenerife en este sentido es llevar el agua de riego a las medianías. En esta línea, desde el área de Agricultura, Ganadería y Pesca centrarán sus esfuerzos en el presupuesto de 2020 en el ramal izquierdo de la EDAR nordeste, la que lleva el agua hasta Valle de Guerra, y que supondrá una inversión de 50.000 euros.

Otras acciones indispensables son, según el consejero, el depósito regulador entre el límite de La Laguna y Tacoronte y un proyecto de canalización que “eleve aguas y las lance” desde el Valle de La Orotava hasta la Isla Baja. De los 6 millones de inversión que el consejero dispondrá, asegura que 5 millones se irán para caminos y estructuras hidráulicas.

Para conseguir que el agua regenerada cobre importancia en su uso agrícola, además de invertir en infraestructuras, Parrilla adelanta que habrá que hacerse una labor de concienciación respecto a los productores, indicándoles que esta agua es “de altísima calidad, muchísima mayor que la que pueda tener cualquier balsa en estos momentos”.

En Balsas de Tenerife (Balten), Parrilla señala que el litro de agua regenerada se vende a 45 céntimos, mientras que la de galería lo hace a 61 céntimos. “En economía de escala, esto supone un gran ahorro para el productor”, señala.

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