Dos nuevas desaladoras abastecerán las zonas turísticas del Sur a partir de 2016
Las dos nuevas desaladoras que entrarán en funcionamiento a partir del próximo año permitirán cubrir la demanda de las zonas turísticas del Sur. El consejero insular con delegación especial en Aguas, Manuel Martínez, resalta que la explotación de ambas infraestructuras, ubicadas en Granadilla de Abona y en Guía de Isora, junto a la de Adeje-Arona, permitirán dar garantías a los consumidores porque, en caso de que disminuya el suministro procedente de las galerías, podrán aumentar la producción, además de que ayudarán a regular los precios del mercado.
La inversión total que implica la puesta en marcha de las dos instalaciones alcanza los 24 millones de euros y la previsión del Cabildo es que estén listas a principios del ejercicio que viene, aunque después serán sometidas a un periodo de prueba de un año.
El responsable del área explica que recientemente también se han llevado a cabo en Adeje-Arona unas obras para mejorar la eficiencia energética que permite que el recurso desalado sea más barato. De acuerdo a los datos que la Institución maneja con esta construcción, el coste estimado de este tipo de abasto es de 0,60 céntimos por metro cúbico, mientras que Manuel Martínez indica como ejemplo que, en el caso de El Rosario, el precio estaba en los 0,93 en su etapa como concejal de Aguas.
De estas cifras se desprende que la primera “es más barata”, lo que también se traduce en un nuevo “competidor en el mercado, así que eso regula el precio”, especifica. El consejero con delegación especial recuerda que el agua es privada en la Isla y, ante esta característica, “la única manera de regular el mercado es que la administración se convierta en productor”. Asegura, de hecho, que las acciones llevadas a cabo por el Consejo Insular de Aguas, organismo dependiente del Cabildo, ya han generado esa reducción de los costes.
Como se trata de un mercado “libre”, se producen situaciones como la que tuvo lugar este verano. Manuel Martínez señala que, al aumentar el turismo durante este periodo, libre, las zonas del Sur demandaban mucha cantidad de abasto, así que los propietarios de esas instalaciones optaban por venderla ahí en vez de a otros municipios sin esa afluencia de visitantes.
Según los datos del responsable insular, en este caso el consumo subió un 5% en ese territorio, lo que provocó “problemas porque hubo un momento de puntas de agua, pero sobre todo porque habíamos parado una línea de la desaladora [Adeje-Arona] para hacerla más eficiente y la capacidad había disminuido”. Especifica que son las galerías las que establecen que hay que comprar la misma cantidad de suministro durante todo el año, “la uses o no, y si adquieres mucho en invierno la tiras, pero luego te hace falta en verano”, lo que implica que estés “a disposición” de ellos, “de que te la den o no, porque son los que distribuyen”. Ante este funcionamiento, como corporación “te quedas a expensas de ellos”.
El mismo asegura haberlo sufrido en El Rosario, ya que incluso ha tenido que “cortar el agua para poderla administrar porque no me dan más y no tengo posibilidad de pedir más porque dicen que no hay más en el mercado porque la contratas por un año”. Así las cosas, son los propietarios de las galerías los que “juegan con la oferta y la demanda”, de forma que deciden a quién venderle el suministro a cambio de pagar un precio mayor.
La entrada en funcionamiento de las desaladoras de Granadilla y Fonsalía (en Guía) ayudará a “regular” el mercado, porque estas instalaciones incluso podrán “asumir la demanda” de esas zonas del Sur hasta el punto de que, en caso de que bajen los niveles de las conducciones subterráneas, las tres infraestructuras que habrán operativas podrán aumentar su producción, reitera Manuel Martínez.
Respecto a las recientes críticas de la Cámara Insular de Aguas de Tenerife relativas precisamente a la desalación, ya que considera que no es el recurso “más eficaz”, el consejero insular defiende que antes de crear más construcciones de este tipo es necesario mejorar la red de rendimiento de los municipios, ya que “no podemos perder agua por el camino”. Recuerda, de hecho, que hay casos en los que se pierde el 50% del suministro a pesar de que es un bien “muy preciado”, así que hay que tener “sistemas eficientes”, subraya.
Ante esta situación, el responsable del área manifiesta que uno de sus objetivos es poner en la agenda política de los consistorios la mejora de los sistemas y se muestra respetuoso con la opinión de la Cámara, que aglutina a 30.000 accionistas que manejan el 88% del líquido que se consume en la Isla. “Entiendo su postura porque el agua de galería compite con la desalada, aunque creo que es compatible y necesario”, subraya.
Fuente: http://www.laopinion.es/