Digitalización y soluciones de la naturaleza, claves de la adaptación hídrica urbana
UNA PUBLICACION DE: SIRA LARA
Control digital de indicadores ambientales, sistemas urbanos de drenaje sostenible y telelectura fueron los ejes de una jornada celebrada por la FAMP sobre el papel vital del agua en la lucha de las ciudades contra el cambio climático
Uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta la humanidad es el cambio climático, cuyos efectos ya son perceptibles, están modificando nuestro modelo de vida y condicionarán nuestro futuro. Las ciudades, que producen el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero, son la principal causa de estos cambios pero también son una parte decisiva de la solución. No en vano, Naciones Unidas insiste en que «la batalla climática se ganará o se perderá en las ciudades».
La gestión sostenible del agua, el recurso más necesario y más castigado por el cambio climático, es un eje central de la adaptación de las ciudades. Los entornos urbanos están sufriendo cada vez más desastres relacionados con el agua, como inundaciones, sequías, aumento del nivel del mar y deslizamientos de tierra. Estos impactos tienen un alto coste social y económico que irá en aumento si no logramos construir una resiliencia urbana multirriesgo ante estos eventos cada vez más frecuentes e intensos.
De este desafío y sus posibles soluciones se ha hablado este jueves en una jornada organizada por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) con el título ‘La adaptación al cambio climático de las ciudades: el agua’ que ha dado cita a representantes políticos y empresariales expertos en materia hídrica y medio ambiente.
Uno de los ejes de la jornada ha sido la importancia de los servicios medioambientales digitales a la hora de avanzar en la gestión sostenible del agua y de los eventos extremos. José Manuel Nieto López, investigador de CETAQUA Andalucía, fue el encargado de exponer el valor que aportan a la gestión municipal herramientas como los indicadores ecosistémicos, que suponen una forma objetiva de medir la calidad de vida del municipio.