Cuando conseguir agua daña la salud: el día a día de 17 millones de mujeres y niños
Casi 17 millones de mujeres y niños (en su mayoría niñas) en 24 países del África subsahariana son responsables de transportar agua a grandes distancias de sus hogares, una tarea que les lleva más de 30 minutos por viaje, según un estudio publicado este miércoles en la revista Plos One.
“El viaje para recoger el agua todos los días daña la salud, emplea energía humana limitada y resta tiempo a otras posibilidades”, dice Jay Graham, profesor asistente de Medio Ambiente y Salud Laboral en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken en la Universidad George Washington, Estados Unidos.
“Al reducir la distancia al agua -preferiblemente al tener agua corriente en cada propiedad- muchas mujeres y niñas se liberarían del trabajo, teniendo tiempo para la escuela u otras actividades”, añade este investigador. Aunque muchos han documentado la falta de acceso a agua limpia en los países en desarrollo, este estudio observa el número absoluto afectado y el desequilibrio de género en el trabajo de recogida de agua.
Graham y sus colegas analizaron los datos de los programas de encuestas internacionales para calcular el número de personas en 24 países del África subsahariana afectados por la rutina diaria de recoger suficiente agua para los hogares individuales. Estos expertos encontraron que entre las familias que gastan más de 30 minutos al día en recoger agua, las mujeres adultas a menudo se encargan de ir a la bomba local de agua o sitios de recogida.
Problemas óseos y agua contaminada
Los jarrones de agua pesan fácilmente 40 libras (unos 18 kilogramos) o más y pueden causar problemas de salud, como presión en el sistema esquelético que puede dar lugar a artritis precoz, alerta Graham. Este experto señala que las personas que llevan el agua pueden sufrir dolor de columna y ser más propensas a las lesiones por múltiples viajes de recogida de agua.
Las mujeres adultas son las principales colectoras de agua en los 24 países estudiados, que van desde el 46 por ciento en Liberia al 90 por ciento en Costa de Marfil. Graham y sus colegas también vieron que cuando los niños tenían la tarea de recolección de agua a menudo recayó en las niñas, con un 62 por ciento frente al 38 por ciento de los varones.
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