¿Cómo afecta el cambio climático a la seguridad hídrica de España?
En el Día Mundial del Agua, la autora recuerda la imperiosa necesidad de acometer cambios rápidos y de largo alcance para combatir las consecuencias del cambio climático.
Un artículo de Amelia Pérez Zabaleta
La instantánea de un oso polar a la deriva sobre un bloque de hielo desprendido de la Antártida es impactante, pero a muchos todavía se les antoja lejana. Sin embargo, si lo que ven es un puente caído por la fuerza del agua en Cambrils (Tarragona) o una playa destruida en Jávea (Alicante), la imagen se vuelve más cercana y real.
Ambas imágenes son fruto del cambio climático, un fenómeno planetario que está degradando la salud de la Tierra, incluyendo nuestras reservas hídricas. Hoy celebramos en todo el mundo el Día Mundial del Agua, una efeméride que nos debería empujar a reflexionar sobre el futuro de este valiosísimo y escaso recurso, clave para nuestra supervivencia.
Para poder adaptarnos a este nuevo escenario, primero debemos conocer cuáles son los efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos de nuestro país: fundamentalmente, un mayor estrés hídrico y, por tanto, una menor disponibilidad de agua; y una intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías o inundaciones.
En solo diez años, las precipitaciones en España han caído de una media de 0,88 mm/año a 0,18 mm/año y para 2050-2060 se prevé un 5% menos de lluvia. Nuestro país es el más árido de Europa: el 20% de su territorio ya puede considerarse desértico y entre el 75% y el 80% está en riesgo de desertificación. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que se prevé un fuerte aumento de la temperatura, concretamente de 6ºC para 2100.