Canarias firmará en enero un convenio de aguas de 900 millones en doce años
Quintero cerró ayer con el Estado más de 30 obras complementarias, de 17 millones, que se ejecutarán en 2018 y que no figuran en el actual acuerdo
La renovación y actualización del convenio de obras hidráulicas entre Canarias y el Estado tiene ya un horizonte abierto y cuenta con las condiciones necesarias para que puede ser una realidad en apenas unas semanas. Ambas administraciones tienen muy avanzadas las cuestiones técnicas del mismo y se encuentran a la espera de que la negociación presupuestaria que se avecina para el 2018 en el ámbito político pueda cerrar el acuerdo definitivo. Antes de que el próximo año concluya el convenio en vigor, del que apenas restan dos obras por ejecutar, el Gobierno de Canarias quiere firmar a ser posible en enero un nuevo documento para financiar la gestión integral del agua en las Islas que incluiría más de 280 obras y una dotación presupuestaria a lo largo de 12 años que podría alcanzar los 900 millones de euros, con anualidades de entre 250 y 300 millones en cada una de las tres fases de cuatro años en que se dividiría el plan.
Esta es la gran cuestión en relación con la política de aguas que ayer se planteaba en el marco de la firma de otra serie de convenios complementarios que se llevaron a cabo en Madrid entre responsables de las distintas administraciones implicadas y que respondía a los acuerdos presupuestarios del 2017 para dotar con 17 millones más de 30 obras en las distintas islas, cantidades que sin embargo serán ejecutadas en 2018 tras asumir el Gobierno central, a través de la secretaría de Estado de Medio Ambiente, prorrogar los efectos de ese acuerdo un año. El consejero canario de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, explicó que las obras para la que ayer se confirmó la financiación responden a una serie de peticiones de los consejos insulares del agua que se consideraban prioritarios al margen del convenio de obras de interés general. “Los cabildos nos decían que tenían prioridades en obras que no estaban en el convenio general porque son obras no incluidas en él y que son pequeñas actuaciones complementarias a las de interés general pero que son importantísimas para poder hacer el grueso de la obras”.
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