Canaragua no depuraba la mitad de las aguas residuales y las vertía al mar
Un informe pericial presentado en la causa judicial abierta por presuntos delitos contra los recursos naturales que investiga el Juzgado de Instrucción número 3 de Santa Cruz de Tenerife, señala que la empresa Canaragua, que gestiona desde 2003 la depuradora de la capital tinerfeña, reconoce en un documento que “no se depuran casi la mitad de las aguas residuales que gestiona esta infraestructura, solo reciben un supuesto tratamiento de desbaste, decantación, tamizado y deodorizante” y luego se vierten al mar por emisarios. El perito judicial añade que, tal y como comprobó él mismo en una visita en marzo de 2014 al punto de vertido del muelle de La Hondura, dichos pretratamientos “no son muy eficientes, dada la gran cantidad de sólidos que se encuentran en el efluente que sale por las bocas del emisario.
El documento, al que ha tenido acceso la opinión de tenerife y que obra en el sumario sobre el cual la magistrada ya se ha pronunciado para que tanto la Fiscalía como la acusación popular, que ejerce la formación política Alternativa Sí se puede (Ssp), presenten sus escritos de acusación preliminar y soliciten apertura de juicio oral, señala también que la propia empresa “certifica que el volumen del efluente vertido es enorme (6.540.440 metros cúbicos anuales)” que confirma el gran impacto al medio que está produciendo este vertido crónico, el peligro que existe para la salud de las personas y la disminución de la calidad del agua costera.
El perito judicial añade que otro documento de la empresa expone que “el efluente procede de un número de habitantes equivalentes a 195.334” y que “precisa obligatoriamente de tratamiento secundario, cosa que no se cumple”. Y añade que la autorización del vertido hecha por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias “es tan permisiva que se puede verter directamente el efluente sin tratamiento y los valores de reducción de concentración bacteriana que impone están fuera de toda lógica”.
Analíticas
Sobre las analíticas realizadas en el entorno del emisario del muelle de La Hondura, se destaca que los análisis “demuestran que se vierte agua con tratamiento muy deficiente, con un desbastado que no impide la salida de sólidos y tal concentración supera cualquier valor límite legislativo sobre permisos o límites de vertido, y como se ha comprobado, los efectos sobre el medio son devastadores”. Y añade que “el agua tiene las características de agua residual bruta, sin ningún tipo de depuración”.
El vertido, continúa el perito, es una entrada en el medio de grandes cantidades de materia orgánica, que es aprovechada por especies de peces, como el sargo blanco. “Hay individuos de gran talla pero con malformaciones en las tonalidades de la librea, erosiones e infecciones cutáneas”. Además, incide en que las especies de peces presentan variación del comportamiento.
Sobre el fondo marino describe que “sufre la deposición continua de elementos sólidos de tamaño superior que ponen en evidencia el sistema de criba que se realiza en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales” de Los Llanos. En este sentido, añade que además de los vertidos, la sedimentación de estos elementos sólidos en el fondo marino “es una variable más que contribuye a la asfixia del sistema bentónico e impide todo el desarrollo e impide todo el desarrollo ecológico normal de la zona”.
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