Caminos del agua en Gran Canaria: paisajes culturales lineales con historia
Autor: Jaime J. González Gonzálvez
Dicen que el paisaje no es algo estante y permanente, sino un momento efímero de su historia, pero en la Gran Canaria los viejos caminos del aguasiguen estando y permaneciendo en el paisaje porque la piedra y su mortero de cal conserva muy bien nuestro pasado hidráulico.
En 1957 el Ingeniero presista Federico Macau Vilar escribió que Gran Canaria carecía totalmente de una red hidrográfica permanente de la que pudiera servirse para el suministro, traslado y reparto de sus recursos hidráulicos. En su sustitución existía, en cambio, una red de conducciones particulares que casi nos atreveríamos a llamaranárquica, que cruzando barrancos y empinadas laderas, a veces con trazados inverosímiles que a no ser por las tuberías que están allí colocadas nos parecerían del todo inaccesibles, se reparte el agua desde los puntos de su alumbramiento o embalse a los depósitos y estanques que hay en casi todas las fincas, y cuya principal misión no es más que la de almacenar el agua en las épocas en que se cotiza a bajo precio hasta el momento oportuno para su empleo según requieran las necesidades de los cultivos a que está destinada.
En la isla de Gran Canaria nos encontramos ante casos de auténticos trasvases(Ingeniero de Vigilancia de Presas Manuel Alonso Franco, 1964)
La historia es sencilla: debido a la necesidad de poder construir y regar los campos fabricados en el Norte de la Gran Canaria o los vastos campos productivos en el Sur, así como para abastecer a la gran ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el Puerto de la Luz y las urbanizaciones turísticas del Sur, se construyeron hasta 1972 numerosasconducciones del agua: tuberías y canales. Un espectáculo de obras lineales que unen entre sí a las más de 70 grandes presas construidas entre 1902 y 1984, miles de pozos, cientos de las galerías, miles de estanques y las demás obras complementarias y auxiliares que conforman, a mi juicio, el mejor escenario cultural hidráulico que hay en el mundo. Todo ello en una isla volcánica de tan sólo 1.558 km².
Dentro de este gigantesco panorama de obras hidráulicas existen unos paisajes lineales culturales de gran belleza, utilidad y solidez: me refiero a los tomaderos de la Presa de Majada Alta, es decir, la Presa de las Niñas. Por su elevado interés cultural y técnico aportamos a continuación un poco de teoría y una pequeña colección de imágenes:
(…) acudiendo a los barrancos de Tejeda, Las Ajuntas y Mogán, estableciendo en cada uno un tomadero, a los que se dejará una abertura para dar paso a los aprovechamientos inferiores y de los que participarán sendas acequias de conducción con las que abrigamos la esperanza de recoger las aguas que produzcan las lluvias y conseguir el lleno del embalse. (Proyecto, 1930)
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Fuente: Iagua