Barlovento y los cabuqueros
Autos: WLADIMIRO RODRÍGUEZ BRITO*
En ocasiones, en la historia de los pueblos, ignoramos o escondemos nuestra cultura, como comunidad, acomplejada de su ayer y en consecuencia del presente y del mañana. La historia de las galerías y los pozos, por ejemplo, ha tenido una lectura cargada de tópicos y adjetivos, poco objetivos, ya que el agua la asociamos a la naturaleza, como el aire que respiramos. En Canarias es un bien escaso y gran parte de la que obtenemos en galerías y pozos se debe al esfuerzo y al trabajo, en algunos casos de varias generaciones sacrificadas. Hoy quiero hacer mención a algunas de estas personas, y en concreto a los cabuqueros, término portugués que en Canarias lo asociamos a caboco (depresión profunda en un barranco), y que sería el trabajador especializado en la perforación de túneles de las galerías para la extracción de aguas subterráneas. Valga como referencia un acto que hacemos en Barlovento hoy, 15 de febrero, de encuentro con los cabuqueros locales e insulares.
Es bueno que sepamos que La Palma ha multiplicado por ocho las tierras regadas entre 1940 y 2018, significando más del 20% de las aguas no industriales de Canarias, mientras que la Isla apenas alcanza el 3% de la población canaria, con un gran desequilibrio entre población y recursos. En el caso de Barlovento, este municipio supera el 10% de los caudales alumbrados en la Isla, mientras que su población no alcanza el 2% de la insular, con un gran desequilibrio entre población y recursos.
Significa una cultura que devalúa el territorio y no crea estímulos de valores, donde se debe sembrar y plantar conocimientos, encuentro entre generaciones, conocer el ayer para entender el hoy y el mañana. Valga como referencia la galería de los Tocaderos, con algo más de 7.000 metros (con 6.400 en un solo frente, situándose el resto en ramales), y que es con toda seguridad la más profunda de Canarias, solo comparable a la de San José en Agache (Güímar), situada en la boca mina, a 400 metros de la plaza del Rosario y el frente Búcaro, en el límite con Garafía (barranco de Los Poleos). La galería de Los Tocaderos significa también otro posible récord de esfuerzo y compromiso intergeneracional, ya que los que iniciaron la galería en el año 1941 pagaron la cuota y no regaron con agua de dicha galería ya que alumbró algo más de cien pipas por horas en el año 2006, es decir, más de 60 años buscando el líquido elemento con ilusiones y compromiso. Por eso, esta semana hacemos un merecido homenaje a los cabuqueros y a los que, con ahorro y sacrificio, han perforado en La Palma 188 galerías de las que producen agua, 95 con casi 400 km, mientras 93 frustraron los sueños y los sacrificios puestos en las mismas con unos 70 km.
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