Así desalan en Canarias el agua del mar… aprovechando la energía extraída de sus propias aguas residuales
El proyecto MIDES, que implica a siete países y utiliza una nueva tecnología llamada MDC, avanza con pruebas en Tenerife y también Alicante.
En muchos puntos del país, las desaladoras han sido objeto de polémica. El agua es un bien preciado para el consumo, pero también para la actividad económica en según qué sectores. Y desalar agua de forma ‘tradicional’ supone un gran coste en construcción de infraestructuras y en energía. Resultado: el precio del agua se encarece. De ahí la polémica.
En este contexto, no extraña que mentes innovadoras y científicas se hayan puesto manos a la obra para conseguir revertir la situación.
En este sentido, conviene hablar del proyecto MIDES, un acrónimo de la expresión inglesa Microbial Desalination. Una expresión que explica el objetivo del plan: desalar agua utilizando las bondades de la microbiótica.
En total, hay siete países europeos implicados en MIDES desde hace meses, Países Bajos, Alemania, Hungría, Austria, Portugal, Túnez y España. Y un total de 10 socios, cada uno de los cuales pone su granito de arena en todos los eslabones de la cadena.
De todos ellos, el papel que está jugando nuestro país en la parte decisiva del programa es crucial.
Dirigimos la mirada a Canarias, más concretamente a la isla de Tenerife y, más aún, a la localidad de Guía de Isora. Una desaladora gestionada por el Cabildo de Tenerife a través de la compañía Aqualia -coordinadora general de MIDES- está viviendo el desarrollo de los trabajos experimentales de este proyecto destinado a afrontar las necesidades de agua.