Asaga critica que los municipios no compren agua desalada en Fonsalía
El secretario general de la asociación advierte de que las galerías liberan menos de la necesaria para riego, porque los ayuntamientos descartan adquirir la que se genera en esta instalación
La desaladora de Fonsalía, que comenzó a funcionar a finales del año 2017, ha sido una instalación muy demandada por los agricultores del sur de la Isla. El sector tenía puesta en ella todas sus esperanzas y confiaba en que cuando comenzara a trabajar permitiera liberar agua de las galerías subterráneas de la zona para dedicarla a regadío. Sin embargo, según denuncia el secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Javier Gutiérrez, esto no está ocurriendo, debido a que está costando que los ayuntamientos de la Isla compren el agua que se genera en Fonsalía para dedicarla a abastecer a la población.
“Está siendo más complicado de lo que creíamos, porque entran en juego muchos factores”, explica el representante del sector, que aclara que los municipios “cuentan con unos presupuestos establecidos para la compra de agua de abasto”, y es difícil que cambien de proveedor sin primero sopesar mucho el dinero que tendrán que invertir en esta partida, porque deben velar por el interés público general”.
Sin embargo, para esta organización agraria los ayuntamientos tienen que comenzar a sensibilizarse con esta problemática, ya que, si no compran el agua desalada, aunque esta pueda ser más cara que la que ofrecen las galerías, la agricultura de la zona no puede subsistir. “Abogamos por que los municipios adquieran el agua desalada y no compren a las galerías para que esta se pueda liberar para las medianías”, sostiene. El secretario general de Asaga mantiene que “lo que no se puede consentir es que sea el agricultor el que pague por la desalada”, ya que es “inviable que el sector primario pueda sufragar esos costes”.