¿Hay agua en el universo cercano? El telecopio ALMA amplía su alcance
El telescopio ALMA, en Chile, ha comenzado a observar en un nuevo rango del espectro electromagnético que no había explotado previamente y que permitirá a los astrónomos detectar señales débiles de agua en el universo cercano, según informa el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Así, gracias a unos nuevos receptores instalados en las antenas del telescopio, se pueden detectar las ondas de radio con longitudes de onda de 1,4 a 1,8 milímetros. Hasta ahora, ALMA observaba las ondas de radio del universo en el extremo de más baja energía del espectro electromagnético, mientras que con los nuevos receptores de banda 5 recién instalados, el telescopio abre sus ojos a una nueva sección de este espectro de radio, ofreciendo nuevas posibilidades de observación.
El científico del Programa Europeo de ALMA, Leonardo Testi, ha explicado que “los nuevos receptores harán mucho más fácil la detección de agua (un requisito previo para la vida tal y como se conoce) en el Sistema Solar y en regiones más distantes de la galaxia y más allá” y ha añadido que “también permitirán a ALMA buscar carbono ionizado en el universo primordial”.
El telescopio ALMA, en Chile, ha comenzado a observar en un nuevo rango del espectro electromagnético que no había explotado previamente y que permitirá a los astrónomos detectar señales débiles de agua en el universo cercano
La ubicación única de ALMA, a 5.000 metros de altura en la árida meseta de Chajnantor (Chile), es el primer factor que hace que estas observaciones sean posibles. Como el agua también está presente en la atmósfera de la Tierra, los observatorios en entornos menos elevados y menos áridos tienen más dificultades para identificar el origen de la emisión que viene del espacio. La gran sensibilidad de ALMA y su alta resolución angular implican que, ahora, en esta longitud de onda puedan detectarse incluso débiles señales de agua en el universo local.
Desarrollo del receptor de banda 5
El receptor de banda 5, que fue desarrollado por el grupo GARD (Group for Advanced Receiver Development, grupo para el desarrollo de receptores avanzados) en el Observatorio Espacial de Onsala, de la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), ya ha sido probado en el instrumento SEPIA del telescopio APEX. Estas observaciones también fueron vitales para ayudar a seleccionar objetivos adecuados para las primeras pruebas de los receptores con ALMA.
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