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El agua embotellada supera por primera vez a las sodas en EE UU

Las ventas han subido un 2.700% desde la introducción de la Perrier hace cuatro décadas y se convierte en la mayor categoría de bebidas no alcohólicas

Las curvas que muestran la evolución de las tendencias en el mercado de las bebidas sin alcohol en Estados Unidos se cruzan por primera vez. Tras cuatro décadas de robusto crecimiento, el consumo de agua embotellada superó en 2016 al de refrescos y se convirtió así en la mayor categoría por volumen. Era un cambio impensable cuando la Perrier llegó a las estanterías de los supermercados en los años setenta.

El consumo per cápita de agua embotellada entre los estadounidenses fue de 149,3 litros en 2016, según los datos de mercado que publica la consultora Beverage Marketing Corporation. Las sodas cayeron, sin embargo, a 146,3 litros. Echando la vista atrás, hace solo diez años el consumo de refrescos superaba los 190 litros (50 galones) al año mientras que el de agua embotellada se mantuvo por debajo de los 114 litros de media hasta 2011.

Los estadounidenses beben bastante más agua envasada que los europeos, que promedian 110 litros anuales, según las estadísticas de la federación que agrupa a las embotelladoras en Europa (EFBW, por sus siglas en inglés). Italianos (189 litros al año) y alemanes (177) son los que más agua embotellada consumen. Los españoles se quedan en 121 litros, casi igual que los franceses. En Europa, el agua embotellada representa el 46% del mercado de las bebidas no alcohólicas, por un 39% de los refrescos.

El año pasado salieron al mercado en EE UU 48.560 millones de litros de agua en botella. Es un incremento del 8,6% comparado con el ejercicio 2015 y registraba el tercer año consecutivo de sólido crecimiento. Hace una década rondaban los 31.350 millones y se mantuvo en ese nivel hasta 2012, cuando el volumen empezó a repuntar con fuerza y es un incremento del 2.700% desde el estreno de la Perrier. Las ventas de refrescos cayeron un 2% en el año, a 47.120 millones.

La sed por el agua embotellada se aceleró en EE UU por la preocupación cada vez mayor por los efectos en la salud de las bebidas azucaradas. Las autoridades locales, además, están siendo muy severas al regular la comercialización de productos alimentarios, especialmente con el azúcar para combatir la obesidad y la diabetes. Varias ciudades votaron recientemente con elevar los impuestos a las sodas.

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