Agua: De Barlovento a Fuencaliente
La pérdida de memoria de nuestro pueblo
Un artículo de Wladimiro Rodriguez Brito
Hace unos días publiqué en este medio lo que entiendo como prioritario en la gestión del agua en Barlovento, y como creo que lo entienden los responsables políticos locales. Declaraciones que como todo en la vida tienen distintas lecturas, no solo por interés económico y político de quien las propone, sino también por temas generacionales.
Para el que suscribe estas letras, que ha pagado cuotas para perforar galerías secas a lo largo de 40 años, seguramente el agua tiene un sentido subjetivo hoy ignorado por la generación que encuentra agua en el grifo sin mayores dificultades. Este es un asunto que debemos separar de nuestra geografía ya que el agua es un bien escaso y problemático en casi todo el planeta. Tanto aquí como en Sebastopol, el uso del agua debe estar orientado hacia el ahorro y una buena gestión.
En este marco es en el que queremos situar estas líneas, ya que en una sociedad que ha mercantilizado hasta el aire hemos de diferenciar de manera clara valor y precio. Necesitamos un debate político y social en las prioridades de la gestión de los recursos. El nuevo estanque de Los Camachos o la elevación de las cinco galerías más bajas de Barlovento hacia La Laguna no es un tema baladí. Un par de horas de esas cinco galerías llenarían el nuevo estanque de Los Camachos, mientras un aguacero de 50l/m2 en la costa de Barlovento da lugar a que miles de pipas de dichas galerías se vayan al mar. Con un embalse como el de La Laguna de Barlovento es lamentable que esto siga ocurriendo en nuestro territorio.