Acuífero terciario detrítico de Madrid: la gran reserva agua contra la sequía
Los niveles de recarga de agua en el subsuelo de la Comunidad están por encima del 90% de su capacidad total. La masa principal supera los 2.600 kilómetros cuadrados de afloramiento, un 30% de la superficie de la región.
«Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón». Los orígenes de Madrid, explícitos en el lema de su primer escudo en siglo XII, han estado ligados siempre al agua. Un preciado recurso, atractivo para todos cuantos quisieron asentarse en estas tierras, y del que la región presume tanto en su superficie como en su subsuelo. En pleno mes de agosto, las reservas embalsadas de la Comunidad de Madrid superan el 82% de su capacidad máxima, ocho puntos por encima de la media de los últimos ocho años. Por su parte, las masas hídricas del subsuelo también arrojan cifras muy positivas, por encima del 90% de su capacidad total.
Pero, desgraciadamente, la memoria hidrológica de la región recuerda etapas cercanas en el tiempo en los que la sequía ha llegado a hacer saltar la alarma de las autoridades. La última, y una de las más graves, fue en 2005, cuando el Ejecutivo madrileño decretó la alerta por sequía severa, que conllevó restricciones al consumo.
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