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A orillas de nuestros orígenes

Por Antonio Sandoval Rey

Una controvertida teoría, esbozada inicialmente hace décadas por el oceanógrafo británico Alister Hardy y desarrollada después por Elaine Morgan, propone que nuestra especie evolucionó en un medio acuático, lo que explicaría algunos de los caracteres de nuestra fisiología

La sala está repleta de asistentes. Esta vez, no con sus trajes de neopreno, sus aletas, sus gafas y sus bombonas, sino con sus trajes de tweed, sus jerseys de pico, sus camisas de tonos claros y sus pantalones de raya tan recta como la línea del horizonte. Hay también algunos trajes de flores, varios pendientes vistosos y más de un flequillo a la moda. La división del British Sub-Aqua Club en Brighton está expectante.

Esta tarde de marzo de 1960 viene a dirigirse a ellos nada menos que Sir Alister Hardy, el célebre biólogo marino que, desde que se alistó como zoólogo e ilustrador a bordo del RRS Discovery en su viaje torno a la Antártida entre 1925 y 1927, ha sabido navegar y guardar la ropa en una universidad tras otra: Hull, Aberdeen, Oxford… Su introductor, el secretario local del club, va desgranando su currículum, que incluye desde haber trabajado como diseñador de camuflaje (gracias a su experiencia de observador de la vida animal) para el ejército durante la Primera Guerra Mundial, a haber creado las láminas de varios títulos de la veterana colección New Naturalist o ser en en ese momento uno de los mayores expertos en zooplancton del país.

Mientras el secretario habla y habla (en su discurso se marcan ballenas, ruedan batallones ciclistas rumbo al frente, unos pequeños dirigibles franceses detectan bancos de sardinas en el golfo de Vizcaya, se capturan con redes insectos voladores a cientos de metros de altura sobre el océano abierto, brillan en olas nocturnas inmensas manchas de ctenóforos…) a Sir Alister se le va la mirada estrábica más allá de una de las ventanas.

Recuerda la tarde de tres décadas atrás en la que, poco después de regresar de la Antártida, cayó en sus manos aquel libro en el que F. Wood Jones las diferencias físicas entre los humanos y el resto de mamíferos. Fue entonces cuando comenzó a dar una vuelta tras otra al tema del que va a hablar esa tarde a esos aficionados a lo subacuático que, igual que las anémonas en bajamar, empiezan a mostrar ciertos síntomas de lasitud.

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